EL ESTILO DE SOROLLA

 

"El balandrito" (1909)

Joaquín Sorolla es reconocido a nivel mundial debido al manejo de la luz y del color que aparecen en sus obras. Su arte destaca al ser la perfecta expresión del ILUMINISMO y del IMPRESIONISMO. Además de destacar en la pintura costumbrista y en los retratos.

Durante su primer viaje a París en 1894, que acondicionará el estilo del artista a lo largo se su vida, recoge la pasión por el uso del color y de la luz. En España este estilo de pintura es conocida como ILUSIONISMO, siendo Sorolla su mayor representante.

En sus obras el artista optaba por una temática realista, encontrando inspiración en escenas populares, cotidianas... en ellas retrataba a la gente del pueblo divirtiéndose o trabajando y esto mantenía al pintor identificado con las situaciones sociales de gran parte de la población.

Este interés por el entorno social guio al artista a representar en algunas de sus obras una clara crítica a situaciones que consideraba injustas. Podemos destacar su obra "Trata de blancas".

"Trata de Blancas" (1894)

Empiezan a destacar los cuadros marinos y de playas en los cuales plasmaba en sus obras llenas de color, luz, manchas y reflejos. En este entorno encontramos sus obras más conocidas como son: "Pescadora con su hijo" (1908) o "Niños en la playa" (1910) entre otras muchas. Es el estilo más personal de Sorolla, donde desarrolla el estilo IMPRESIONISTA, donde destacaba la figura humana en un fondo natural, generalmente en playas, pero no descartaba otros paisajes.

"Corriendo playa" (1908). 

El estilo de Joaquín Sorolla es clasificado como Luminismo y Post-Impresionismo. En el trabajo del artista se reflejan estilos que dan paso al desarrollo del arte contemporáneo. El mayor aporte de Soroya fue entre otras cosas, la pincelada fluida y el uso del color blanco, jugando con las luces.